Cuando surge la idea de construir una empresa, y se busca el camino para materializarla, lo primero que encontramos son todos los requisitos y normas impuestas para aceptarla: un nombre que no esté registrado, un slogan que llame la atención, los servicios que se van a ofrecer, las políticas, la dirección, que las reglas medioambientales sean aprobadas etc. Envolviéndonos finalmente, en una cantidad considerable de papeles y procesos que a la larga terminan alejándonos del centro y con un resultado distinto al que deseábamos.
Cuando la "tormenta" pasa, y por fin llegamos a ese punto dónde aparentemente todo está preparado y en marcha, podemos analizar en dónde nos cambiaron las cosas y remontarnos al origen, al cómo surgió, y desde ese punto contar la historia sin llenarla de adjetivos calificativos que sólo buscan engrandecer nuestros servicios ante el cliente.
Las empresas difícilmente definen el “quienes somos” cómo debería ser. Y una de las razones aparte de la necesidad de rellenarlo rápidamente en las formas a presentar, es porque estas historias no contienen elementos relevantes para el público. En la mayoría de los casos, se trata de frases estandarizadas dónde cambiamos el sector, el año de inicio y el lugar, dando como consecuencia muchos “quienes somos” que pareciera que salieron de la línea de producción de Henry Ford.
Es un hecho reconocer la necesidad de tener un “quienes somos” con un apartado de “a quién pueda interesar”, porque es saludable tanto para nosotros quienes hacemos empresa, como para aquellos que utilizan nuestros servicios. Nos recuerda de dónde venimos, dónde estamos y a nuestros clientes, que también somos personas y no sólo una pila de ladrillos y ventanas.
Por esta razón, en Branding & Benefits queremos dedicar nuestro primer post a desarrollar un verdadero “Quienes Somos” A quién pueda interesar.
¿Quiénes somos? A quién pueda interesar.
Hace un poco más de 15 años en la capital española, se encontraba Juan, un agente comercial quién iniciaba su carrera como corredor del mercado bursátil, en una de las compañías más grandes de Madrid.
A pesar de estar en desventaja con respecto a sus compañeros de oficina por la falta de experiencia y corta edad, se destacó por su capacidad de escucha y aprendizaje, y rápidamente entendió que lo más importante para que un cliente perciba lo que tienes, es hablarle con emoción, es creer en lo que vendes y despertarlo desde dentro. Al poco tiempo, de aplicar los conocimientos, empezaron a llegar los frutos del esfuerzo.
Un día, uno de los ejecutivos de alto mando decidió abrir una nueva empresa, le propuso irse con él y aceptó.
A los 3 meses, ocupó el puesto de ejecutivo de grandes cuentas durante 8 años, y posteriormente, escaló hacía el cargo de director general. Implementando estrategias que, marcaron diferencias positivas en la nueva empresa. Entre dichas estrategias estaban la re ubicación de la sede central y la externalización de departamentos.
Luego vino la crisis española, los dueños decidieron liquidar la empresa para constituir una nueva en un sector más seguro.
Juan, quién en los últimos meses había estado trabajando con los departamentos externalizados y los estaba vendiendo a pequeñas y medianas empresas, tuvo que tomar la decisión de emprender una nueva ruta por su cuenta.
No le resultó muy difícil, pues en el camino había encontrado la pieza que le faltaba para arriesgarse.
A 8019 kilómetros y un océano de por medio, estaba Angélica. Una estudiante universitaria quien buscaba un trabajo que le permitiera continuar con sus estudios de especialización.
Había empezado a una edad muy temprana en la facultad de economía con el sueño de crear, su propia empresa. Pero 2 años después por cambios en su vida, inició su carrera en el mundo del periodismo.
Después de un par de crónicas publicadas, alguna experiencia en cine, un programa radial y un diplomado en producción de cine y televisión, encontró en los departamentos externalizados de Juan una oportunidad para lograr sus propósitos.
Gracias a sus estudios de economía, fue aceptada como agente comercial. Sin embargo, poco a poco busco la manera de mostrar su especialidad hacía otro campo dentro de la empresa y dicha inclinación fue bien recibida y aprovechada.
Con el tiempo y a medida que la confianza se afianzaba, Juan (así como le había ocurrido a él con el ejecutivo de cuentas), le habló sobre su proyecto y el deseo de hacerlo realidad juntos. Pues la fórmula de la experiencia, con la preparación y las ideas frescas y naturales, no podía ser más que buena para crear el punto de partida.
Con la carta de renuncia, Angélica y Juan, emprenden el camino de crear una empresa, un proyecto que realmente ya estaba creado, pero necesitaba una transición, una reinvención, una nueva imagen, ponerle sus matices y un nuevo nombre que por cierto, mutó 3 veces antes de ser aprobado, pero eso ya es otra historia.
El proceso duró más de un año. Incluyó capacitaciones, días exhaustivos, reuniones en otros países, citas con abogados y economistas, y la lista no para. Sin embargo, cuando por fin llegó el momento de prestar nuestros primeros servicios, nos dimos cuenta que la recompensa era inmensa en comparación con el esfuerzo realizado.
A quién pueda interesar
Es así como surge Branding & Benefits, este es nuestro “quienes somos”. Dos personas que creyeron una en la otra, que vencieron la distancia, los temores que un proyecto emprendedor conlleva y las dificultades del camino y además, que hoy en día, siguen luchando para que todo siga en marcha, y mejorando.
Aquí no acaba la historia, con cada trabajo y cliente satisfecho van llegando más y más personas, que van engrosando ese “somos”. Porque para nosotros Branding & Benefits somos todos, todos los departamentos, todos los freelancers que trabajan desde otros países, todos los clientes, y cada uno desde dónde esté, está escribiendo la historia de B&B y un mejor “quienes somos”. A quien pueda interesar.
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